15 de junio de 2025
¿Sabías que tu Forma de Respirar es un Código Personal?
Científicos de Israel Descubren la ‘Huella Respiratoria’ que Identifica a Cada Persona y su Salud.
Cada vez que respiras, dejas una firma única, tan distintiva como tus huellas dactilares. Un estudio revolucionario del Instituto Weizmann de Israel revela que los patrones respiratorios pueden identificar a una persona con un 96,8% de precisión y ofrecer pistas sobre su salud física y mental.
Imagina un identificador personal que no solo te distingue de los demás, sino que también podría revelar cómo te sientes. Eso es exactamente lo que han descubierto científicos del Instituto Weizmann de Ciencias en Rehovot, Israel. En un estudio publicado el 12 de junio de 2025 en Current Biology, liderado por Noam Sobel y Timna Soroka, se demuestra que cada persona tiene una “huella respiratoria” única, comparable a la voz o las huellas dactilares. Este hallazgo, basado en el análisis de más de 20 métricas respiratorias, abre nuevas puertas para la identificación biométrica y el diagnóstico de salud.
Para llegar a esta conclusión, el equipo monitoreó a 100 voluntarios durante más de dos años con un dispositivo innovador llamado Nasal Holter. Este aparato portátil, que se conecta a las fosas nasales y se coloca detrás del cuello, registró el flujo de aire nasal durante 24 horas continuas, capturando datos como duración, volumen y simetría de la respiración. Usando inteligencia artificial, los investigadores lograron identificar al 96,8% de los participantes solo por sus patrones respiratorios, incluso en actividades tan diversas como correr, descansar o dormir. “Pensé que sería difícil distinguir a las personas porque todos hacemos cosas diferentes, pero sus patrones respiratorios son sorprendentemente únicos”, afirmó Soroka.
Más allá de la identificación, el estudio encontró conexiones entre la respiración y la salud mental. Los participantes con mayores niveles de ansiedad mostraron inhalaciones más cortas y pausas más irregulares durante el sueño, lo que sugiere que la “huella respiratoria” podría usarse para detectar condiciones como depresión o ansiedad de forma no invasiva. “La respiración es una ventana al cerebro”, explicó Sobel, destacando cómo los patrones respiratorios reflejan la actividad neuronal. El equipo ya está investigando si modificar estos patrones podría tener efectos terapéuticos, abriendo la posibilidad de tratamientos basados en la respiración para trastornos mentales.
El descubrimiento también destaca diferencias entre la respiración en vigilia y en sueño, como la alternancia asimétrica entre fosas nasales durante la noche. Aunque el Nasal Holter aún enfrenta retos, como la percepción de incomodidad de los tubos nasales, su potencial es inmenso: desde diagnósticos de salud mental hasta monitoreo de condiciones neurológicas como el autismo. Este avance no solo redefine cómo vemos algo tan cotidiano como respirar, sino que podría transformar la medicina personalizada.
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