Descubren el Queso Más Antiguo del Mundo, Una Momia de 3.600 Años Revela el Origen del Kéfir.

14 de junio de 2025.

Un hallazgo arqueológico en China desentraña los secretos del queso de kéfir y la evolución de los probióticos, conectando la dieta antigua con la salud moderna.
Científicos han analizado por primera vez ADN de queso de 3.600 años hallado junto a momias en la cuenca del Tarim, China. El descubrimiento, publicado en la revista Cell, revela que se trata del queso de kéfir más antiguo del mundo y sugiere un nuevo origen para este alimento probiótico, además de ofrecer pistas sobre la vida en la Edad del Bronce.

En un avance sin precedentes, un equipo liderado por Qiaomei Fu, del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados de la Academia China de Ciencias, ha descifrado el ADN de muestras de queso encontradas en el cementerio de Xiaohe, en la cuenca del Tarim. Estas muestras, adheridas a momias de la Edad del Bronce (3.300-3.600 años), son los restos de queso más antiguos jamás estudiados.

El análisis reveló que el queso era de tipo kéfir, elaborado con leche de vaca y cabra en lotes separados, una práctica distinta a las tradiciones de Oriente Medio y Grecia, donde se mezclaban leches. Los investigadores identificaron microorganismos como Lactobacillus kefiranofaciens y Pichia kudriavzevii, presentes en los granos de kéfir modernos, lo que permitió rastrear la evolución de estas bacterias probióticas durante milenios.

El estudio desafía la creencia de que el kéfir se originó exclusivamente en las montañas del Cáucaso, en Rusia. Los datos muestran que el Lactobacillus kefiranofaciens del queso antiguo está más relacionado con una cepa tibetana, sugiriendo que la cultura del kéfir ha existido en Xinjiang, China, desde la Edad del Bronce.

Además, el análisis genético indica que las bacterias probióticas han evolucionado para adaptarse mejor al sistema inmunitario humano, con cepas modernas menos propensas a causar inflamación intestinal. Este intercambio genético ha mejorado la estabilidad y eficiencia de las bacterias en la fermentación de la leche.

“Este hallazgo nos permite entender cómo los alimentos antiguos, como el queso, moldearon la dieta y la salud de nuestros antepasados”, explicó Fu. “Es un vistazo único a la interacción entre humanos, microorganismos y su entorno hace miles de años”.

El descubrimiento no solo resalta la sofisticación de las prácticas alimentarias en la Edad del Bronce, sino que también tiene implicaciones para la investigación moderna sobre probióticos y su impacto en la salud intestinal, un tema en tendencia en la ciencia actual.

¡Haz clic en el texto arriba «probióticos»  o también puedes informarte aquí, en este enlace: Natonal Institutes of Health

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